Ambos tenemos 31 años y apenas llevamos ocho meses de relaciones. El problema es que él va demasiado rápido y sospecho que en realidad me está poniendo a prueba.
Asómbrense, señores: el otro día insistió en ir los dos solos al cine (¡sin la compañía de mi bondadosa madre!) y en mitad de la película me agarró de la mano. Yo me solté enseguida, claro, pero temo que a pesar de todo haya pensado que soy una fresca, una cualquiera, una de esas mujerzuelas públicas...
Lo he hablado con mi director espiritual y me ha recriminado que ninguna mujer decente se deja acompañar al cine por un hombre, lo cual ha acrecentado mis temores.
Temo echarlo todo a perder y que este hombre ya no quiera hacerme su esposa. ¿Cómo puedo demostrarle que soy una mujer discreta, decente y de férrea moral? ¡No quiero quedarme para vestir santos!
Gracias de antemano, les tendré presentes en mis rezos vespertinos.
RE: Dra. Chochomi
“Querida amiga santurrona”
No sé si él te podrá llegar a perdonar semejante frescura. Lo que debes hacer es demostrarle que puedes resistir cualquier tentación. Para ello te recomiendo que llegues a la tentación y a continuación recules. No me malinterpretes lo del recules, no es ninguna posición sexual, es dar marcha atrás. Dar marcha atrás no es un método anticonceptivo, es dejar de hacer lo que has estado haciendo.
Es que acaso no sabes que el hombre es fuego y la mujer estopa, que si llega el diablo y sopla. ¿Estaban en un cine porno? porque de otra manera no sé como él joven se atrevió a tanto. ¿Tu director espiritual, no es de casualidad el padre Maciel? Acuérdate que la carne es débil. Total tu peca ahora y mañana te arrepientes ¡Si sonríes el pecado lo disfrutaras más!
Ah! y no olvides seguir contándonos a los pecaminosos de la comunidad como sigue esa apresurada relación, cuéntanos cuando se atreva a robarte un beso y entre todos lo obligamos a casarse contigo.