domingo, 25 de enero de 2009

¿Acaso te conozco?

¿Se vale querer sin vivir? ¿Se vale querer mil cosas, pero jamás vivirlas? ¿es tan malo hacer lo que uno quiere? el problema esencial en la pequeña novela de José Emilio Pacheco, Las Batallas en el Desierto (que inspiro la canción de Café Tacuba "Las Batallas"), es el hecho de que Carlos, un niño, se atrevió a decirle a Mariana, un ama de casa, que la amaba. Todo el mundo lo mira como un bicho raro, y no entiende como alguien se atrevió a hacer lo que quería. Inpensable.

No hablo de hacer anárquicamente lo que uno quiere, eso trae sus riesgos. Hablo de hacer lo que se quiere cuando es bueno. Cuando eso correcto. Cuando no se daña a nadie. Cuando nuestro interior nos lo exige.

Es cobarde negarnos, ocultarnos, rechazar lo que nuestro yo nos grita y suplantarlo por costumbres, por las buenas maneras, por lo que los demás esperan de nosotros.

No hay vuelta de hoja: o bien vivimos lo que queremos o bien lo que otros quieren lo cual, en conclusión, no es vivir.

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