El alquimista de fuego se decía.
Pero ni titulo de maestro pokemón tenía.
¿Sería acaso esto una osadía?
Siempre en el laboratorio se la pasaba.
Día y noche solamente trabajaba.
Ya que una tesis, era lo que preparaba.
Con la alquimia jugaba todo el día.
Ya que un carbón activo era lo que quería.
Para darle vida a los olotes que él tenia.
Sin importar el precio que le costaría.
Después de que trabajaba.
El alquimista simplemente se relajaba.
En la Antigua Roma siempre descansaba,
Mientras un sabroso tarro de Pulque él tomaba.
Una hermosa, delgada y blanca dama se aproximaba.
Un tequila era lo que esa dama deseaba.
El alquimista a su Don Juan Tenorio interpretaba.(de bolsillo)
Mientras que bellos versos el le contaba.
La elegante dama simplemente lo ignoraba.
¡Un carbón activo es lo que desearía!
Es lo que el alquimista solo decía
La blanca dama molesta le ofrecería
Un carbón activo, pensando que así se callaría
Sin saber, que el alquimista con el corazón roto lo rechazaría.
Toda la noche pulque y tequila tomaron.
“Ambos Tres” sus penas ahogaron.
Dama y alquimista irascibles se encontraron.
Cuando a un duelo ellos se desafiaron.
Acordaron que en el laboratorio se encontrarían.
“piedra, papel o tijeras” seria lo que jugarían.
Mucho tiempo ellos derrocharían.
En un juego donde ambos perderían.
Mil días y mil noches los duelistas se enfrentaron.
Mientras un mar de sangre, sudor y lagrimas ellos derramaron.
Largo y Tendido ellos convivieron y conversaron.
Sin saber como o cuando sus corazones se flecharon.
Ellos perdidamente se enamoraron.
Un amor el alquimista había encontrado.
Siempre el corazón de una dama había anhelado.
Dejando de ser un alquimista estatal para ser ahora un hombre enamorado.
1 comentario:
Doctor, muy ingenioso. Hoy las palmas se las lleva usted con su creación.
Espero pronto leer la segunda parte, a ver en qué termina ese tórrido romance.
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