domingo, 1 de febrero de 2009

Re Encuentros

Hola mis estimados lectores, heme de nuevo por estos rumbos virtuales escribiendo en el H. Blog de Megaman (en el cual, bajo ninguna circunstancia, se habla del verdadero Megaman) mientras una de mis pacientes (caucásica, ceja poblada, mentón grande, gargantona, reacia a contraer matrimonio con su novio de hace 10 años por creencias astrológicas de "esperar a que Alfa Centauri se alinie con los anillos de Saturno") me cuenta sobre un libro que leyó de autoayuda en donde le ofrecen encontrarse con su "niño interior"; y luego de un largo periodo de inactividad por la culpa de el mismo "Megaman" y de "Alter-Edgo" que me invitaron a un crucero, que resultó desastroso...







...ellos, sin obligaciones ni preocupaciones en la vida siguen en sus respectivas casitas/camitas/cajitas de zapatos descansando y yo regreso a la rutina de salvar vidas cuasi-perdidas.

Todo esto del "niño interior" de mi astrológica paciente me ha hecho recordar una anécdota que tuve la oportunidad de vivir con el "Barbas Tienes" y con uno de los Hermanucos Vivanco, otrora decano y albañil con título en cibernética, respectivamente, de la Academia Don Gato. En dicha aventura fuimos a rescatar niños de monjas capuchinas y a celebrarles, como realmente Dios manda, el famoso "Día del Niño".

Ese día, si no mal recuerdo, nuestra lidereza erró el camino, nuestras huestes se diezmaron y también perdimos provisiones, 5000 camellos y un número similar de vírgenes (algunas en verdad se perdieron y otras se quedaron pero ya no hubo motivo para que tuvieran este mote) ...

Nuestra labor al llegar al claustro consistiría en organizar una fiesta digna de recordarse y mis compinches y su servidor estábamos más que dispuestos a estar en las primeras filas del escuadrón... pero fuimos encargados del almacén. Allí se amotinaron unos cuantos descamisados y hubo batalla con huevos rellenos de confeti, el hermanuco Vivanco en su crónica de esa batalla, asegura que "el primer blanco fue una piñata de Bob Esponja [...] pero Bob fue sólo la primer - y más triste - víctima, luego un proyectil blanco le pegó a Pérez-Blanco - ¿conspiración o coincidencia? - y ésto, sumado a la pérdida de nuestros 5000 camellos nos imposibilitó dar una respuesta [...] ñam ñam"(1)


un minuto de silencio por los héroes caídos en aras de una niñez feliz


Hace poco me encontré con uno de los valientes que fuera del almacén combatía ferozmente contra las capuchunas, él, según su propio relato (con lenguaje de señas de pies pues en la batalla perdió tanto la lengua como los brazos y aún así siguió peleando) estuvo "en el puesto de las manzanas... esos niños sí que tenían hambre y esas capuchinas, Dios, en verdad que aún ahora me despierto recordando los artilugios usados en esa batalla por ellas..."






Hermana Rabita y compañía. Fotografía tomada en el frente, al pleno calor de la batalla.





Pero, volviendo al almacén, teníamos nuestra propia batalla. Ese clan de descamisados traidores que intentaban acabar con las pocas vírgenes que aún podían ser nombradas así y con la comida que les llevábamos a los niños enclaustrados. Teníamos que defender esos víveres destinados a los niños enclaustrados.


muestra de los víveres que serían para los niños enclaustrados

Ahh sí... al final lo logramos y regresamos a casa victoriosos, con nuestro servicio social de ese entonces liberado y con una nueva aventura en CoyoaKant por venir... otras aventuras pasarían entonces...

Por ahora mi pitonisa-paciente que tengo en el viejo diván de piel de yak aguarda así que les veré luego, mis dilectos.

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(1) Wi, Ki. Sa,Pa, et al. "El Origen de los Especieros". Fragmento. El Documento Rojo. Industrias K. 2005.

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